Aunque siempre he sido una persona muy sexual, fueron varias las motivaciones por las que, hace ya más de 10 años, me inicié en este camino.
Siempre he querido saber quién era en esencia, saber que era capaz de hacer en el campo sexual, aprender más sobre la sexualidad y crecer profesionalmente en ella. Y a dÃa de hoy, a pesar de haber explorado con profundidad la sexualidad, sigo teniendo las mismas inquietudes.
Dicho esto, la vida me dio una motivación más para superarme a mi misma:
Nacà con una enfermedad degenerativa que me va a acompañar toda mi vida. Es una enfermedad que provoca un dolor constante en el dÃa a dÃa y en todo el cuerpo, sobre todo en las articulaciones. Yo querÃa que mi enfermedad desapareciera. Pero tuve que aceptar que ella siempre iba a estar ahÃ. Tuve que aprender a llevar de otra forma el dolor, siendo capaz de transmutarlo en placer. Y gracias a la sexualidad podÃa hacerlo. Ademas, tenÃa a mi favor que era y soy una persona muy sexual. Y asà se convirtió en mi reto.
Todo esto unido, me daba la fuerza para salir adelante, aceptarme y quererme con mis caracterÃsticas. Porque sÃ, mi enfermedad es una caracterÃstica más de mÃ. Y aunque me ha provocado mucho dolor fÃsico y emocional, también me ha dado mucha sensibilidad fÃsica y emocional. Si lo piensas, una enfermedad te muestra algo importante de ti. En mi caso, me muestra que soy una persona sensible, empática, abierta al placer (aunque no me sirva cualquier experiencia) y que, aunque la situación pueda ser difÃcil, no me dejo vencer.
Desde que empecé a investigar mi sexualidad, comprendà que, en mi vida, lo personal y lo profesional siempre van de la mano, están unidos. Y al descubrir que podÃa disfrutar de ambas partes, empecé a no juzgarme por quién soy y lo que me gusta.